Manejar una empresa, sea grande o pequeña, no es tarea fácil, hay que tomar muchas decisiones, orientar el comportamiento de los empleados y orientar la compañía hacia el logro de los objetivos propuestos. Para lograr todo esto de forma efectiva, es necesario establecer políticas empresariales.
Las políticas empresariales son un recurso muy útil, ya que permiten comunicar de forma explícita, los principios básicos de la compañía para la toma de decisiones. Este proceso debe ser coherente con los objetivos globales de la empresa, es decir, las decisiones que se tomen deben ir orientadas a la consecución de las metas propuestas, de lo contrario, se habrá perdido todo el esfuerzo.
Es importante que las políticas empresariales afecten a toda la organización, ya que de ese modo se creará una cadena de trabajo orientado a cumplir las políticas y a trabajar por el objetivo común de la compañía. Esto les permite a los directivos medios elaborar planes concretos de acción orientados al cumplimiento de los objetivos empresariales.
Un ejemplo claro de una política empresarial, puede referirse al tema de calidad. Si un objetivo empresarial es ofrecer un producto de excelente calidad, debe establecerse una política de calidad clara y de fácil comprensión por todos los empleados para que al final, el cliente reciba el producto con la calidad que se desea.
Como cada empresa es diferente, respecto a los productos o servicios que ofrece, la política empresarial debe adaptarse a cada una, pero de todas formas es importante que se tengan en cuenta los siguientes aspectos para desarrollar una política empresarial coherente y funcional:
• Formularse un objetivo ambicioso:
piense en grande y póngase metas de calidad y producción más altas que las de su competencia.
• Establecer la forma de lograrlo, con el fin de ganar credibilidad: todo el desarrollo de su servicio o producto debe tener un respaldo, un por qué, un para qué y un cómo.
• Los recursos necesarios para tal fin: intente antes de iniciar un negocio, tener recursos suficientes (financieros, humanos y experiencia)
• Los clientes internos y sus necesidades: antes de satisfacer a sus clientes, estructure muy bien el interior de su empresa. Esto hará que el servicio se preste mejor o el producto sea excelente.